Miles de hinchas uruguayos se fueron al Obelisco porteño para festejar la obtención de la Copa América, y se mostraron muy respetuosos con la policía, quien no permitió que se corte ninguna de las dos avenidas: Corrientes y 9 de Julio.
Los charrúas se fueron con sus tamboriles y redoblantes para festejar al mejor estilo del carnaval montevideano, pero en Buenos Aires, y a puro cántico de “Soy celeste” vivían su fiesta.
Mucha alegría y nada de insultos, eso fue lo importante, nada de agresiones, ni golpes bajos, nada de divisiones y me llamó la atención, entre otras cosas, el respeto que tienen por la autoridad policial.
Cuando los uniformados, en un tono arrogantón, bien porteño si se quiere, exigían que no bajen a la vereda, la gente se disculpaba con mucho respeto y subían a la vereda.
Luego llegó infantería, quienes estaban apostados en un costado del Obelisco, todos con escudos y listos para la guerra, claro que los solados que estaban ahí, del otro lado, eran niños acompañados por sus padres y mucha familia.
Unos paraguayos, que estaban perdidos cayeron el Obelisco, al festejo oriental y nadie los “cargó″ por el contrario, se sacaron fotos con ellos y estrecharon la mano.
Hubo una “Larisa Riquelme” pero uruguaya, quien se bajó de un auto, que ella manejaba y mostró sus senos a la multitud.
En fin, pasó de todo, pero todo bueno, fiesta es fiesta.
lunes, 25 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario