La Iglesia Universal Reino de Dios (IURD) recluta a millones de desesperados con la promesa de la “prosperidad económica”, según señala el diario paraguayo La Nación, que hace poco ha dedicado una serie de artículos a la secta, y que pueden leerse aquí.
El pastor suda, a pesar de los 8 acondicionadores de aire de 50.000 BTU esparcidos en el amplio salón. Frente a él, una chica con las manos sujetadas hacia atrás grita y se contorsiona. El pastor –que tiene un micrófono inalámbrico y una remera blanca que dice “Yo creo ¿Y qué?”– le pone la mano en la cabeza y pregunta en portuñol: “Quem eres tú”. La “poseída” responde con voz de maligna: “Soy Pomba gira” (diosa umbanda). El pastor insiste: “cuantas mais estão ahí dentro”. Un “demonio” responde: “estamos 13 en total”.
El público tiembla, levanta las manos al cielo y reza. Una mujer se desmaya, otra grita algo, otra se tapa la boca y sale corriendo de la sala. El pastor está “exorcizando” y todos quieren ver. “Levántense y ayudem para expulsar a estos demonius”, dice el pastor. La mujer se sacude como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica en el cuerpo apenas el pastor le toca el cuero cabelludo. “¡Fuegu! Fuegu! Si sienti el fuegu!”, grita en portuñol el pastor morocho de pelo corto.
Es viernes 4 y es el templo de la Iglesia Universal Reino de Dios (IURD), en Km. 5 sobre Eusebio Ayala. Pero, ¿qué se mueve detrás de este fenómeno llamado “Pare de Sufrir?”. A primera vista, un éxito “religioso” que recauda miles de millones en sus 6.000 templos esparcidos por toda la tierra. En poco más de 30 años, el “obispo” Edir Macedo Becerra, fundador y líder de “Pare de Sufrir” logró instalar con sus pastores predicando en portuñol un sistema de “culto” basado en la mercadotecnia: mucho marketing, muchas sucursales y ofertas de sanaciones y prosperidad para todos los que sufren.
Investigado en muchos países por supuesto lavado de dinero, estafa, falsificación de documento público y otros delitos, Macedo y sus pastores brasiguayos aplican la llamada la “teología de la prosperidad”, es decir: quien más dinero done “a Dios”, más bendiciones obtendrá. Una especie de “venta de indulgencias” que generó el cisma en la Iglesia católica. “El otro día –relata el pastor en portuñol, después de “expulsar a los 13 demonios”– una señora vino y donó ese auto que está ahí, miren (se abre una puerta y hay un vehículo). Dos días después, la señora se compró una camioneta Kia Sorento. ¡El señor le da más a quien da más! ¡Amén!”, grita. Para la organización, “los diezmos y las ofrendas son tan sagrados, tan santos como la palabra de Dios”. Esto explica el impresionante crecimiento que tuvo a lo largo de sus 32 años: unos 6.000 templos en 90 países del globo. De acuerdo a cifras de investigadores de la secta, la IURD tendría unos 6 millones de fieles seguidores.
“Los diezmos significan fidelidad y las ofrendas, el amor del siervo hacia el Señor”, insisten. Y les da beneficios astronómicos. El jefe de todo es el “bispo” Macedo. En Paraguay, la secta tiene unos 30 templos.
El 16 de noviembre del 2007, el diario La Opinión de Murcia vertió una serie de acusaciones contra la Iglesia Universal en donde se afirmaba que era una secta y que su finalidad era recaudar dinero de sus fieles, y para ello contactaba a personas en situación de desamparo, fáciles de convencer, y también afirmaban que por medio del reparto de alimentos trataban de llegar a las personas. Por esta aseveración, Pare de Sufrir demandó al diario.
Pero lo que no pudo parar Macedo y su equipo es a 80 ex pastores de esta iglesia que lo denunciaron ante la justicia brasileña por el no pago de sus salarios ni previsión social y seguro médico, entre otros. Los ex empleados dijeron a la justicia “haber dejado todo lo que tenían” por la iglesia. Ellos no paran de sufrir.
Advertencia de un sacerdote católico: “ofrecen a Dios como en un súper”
“Esta es una secta que se ha puesto poderosa gracias al manejo de la inocencia y la ignorancia de mucha gente”, dispara lapidario el cura jesuita Ramón Sastre. Sentado en su escritorio del colegio Cristo Rey, el sacerdote católico sostiene que milagros supuestos que ofrece la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) no son más que juegos de artificios para captar a la gente que sufre y que necesita desesperadamente una salida real a sus problemas.
“En ese momento clave de sufrimiento humano, ya sea por problemas económicos, o por sentimentales, uno se encuentra con que hay una supuesta iglesia por ahí que ofrece no solo curarle sus males espirituales, sino también sus males materiales, entonces, acuden a ver si se obra el milagro”, ironiza.
Pero a la hora de analizar el poderío de la Iglesia Universal, Sastre sostiene que hay que tener cuidado con la forma en que penetra en todo el mundo “una secta que habla de Dios, pero que trafica con la fe, que ofrece salvación a cambio de donaciones, como si Dios fuera un supermercado. Dicen que la relación con Dios te va a dar tu salud, pero que ellos están en el medio”.
–¿Cómo logran penetrar en el alma de la gente?
–Es porque quieren manipular a Dios. Además, la falta de educación es grande, la falta de salud, desempleo, pobreza extrema… Los desesperados creen que yendo a “Pare de Sufrir” van a solucionar sus problemas porque ellos les mienten. Prometen lo que no pueden cumplir.
–¿Son tan buenos mintiendo?
–Ellos trabajan muy bien el lado emocional, psicológico. Oñe’êkuaaiterei (se ríe). Si te dejás llevar por tu lado emocional, amóntema! (risas).
–¿Cree que es una secta que estafa a la gente?
–Por supuesto. Escuché en la tele que una señora se arrepentía de haber ido a “Pare de Sufrir” porque había vendido todo lo que tenía, su casa, su auto, para poder estar bien con Dios. Es que la Iglesia Universal promete darte el doble de lo que vos le das a Dios. Y Dios son ellos.
Una perspectiva desde la psiquiatría
“Esta secta recurre mucho a lo psicológico, a la psicosis colectiva para incluir en sus seguidores. Es impresionante cómo muchos de los que alguna vez pasaron por Pare de Sufrir y fueron pacientes míos, llegaron a sufrir episodios psicóticos y alucinaciones auditivas: escuchaban que Dios les enviaba mensajes”, relató a La Nación la doctora Graciela Mendieta, especializada en psiquiatría.
Sentada en su consultorio del hospital Neurosiquiátrico de Asunción, la profesional explicó que el mecanismo psicológico que utilizan los pastores de Pare de Sufrir es idéntico al que aplicó el clan de Charles Manson, fundador y líder de “La Familia”, un grupo que perpetró varios asesinatos, entre ellos, el macabro asesinato de Sharon Tate, mujer de Roman Polanski y sus invitados, en 1969.
“Algunos ex fanáticos religiosos que fueron tratados por mí demostraban los mismos síntomas: ideas delirantes, paranoides, que el Diablo le persigue, que el demonio le habla, que Dios le pasaba mensajes, que la gente mala le rodea, que la mala suerte, que el mal, etcétera. Ese contenido místico que lleva a pensar que es real algo que no lo es”, agregó.
Sin embargo, la especialista señaló que no es la religión –en el fondo– la que causa este cuadro psicótico, sino que son las mismas personas las que están predispuestas a estos efectos. “Esta clase de religiones pueden generar en sus adeptos y de sus familias graves trastornos en la personalidad”, afirmó.
Explicó que no solo a nivel psicológico afecta a sus seguidores, sino también en el plano económico. “Conocí gente que por no tener el diezmo (donación de plata en efectivo) tuvo que vender sus cosas de valor, todo porque los pastores estos le presionaban para que “entregue a Dios” sus aportes económicos”, subrayó.
La investigación de un pastor evangélico
“La Iglesia Universal mezcla todos los ritos de las distintas religiones y hasta sectas: Va del cristianismo hasta al paje, pasando por macumbas, umbanda y “trabajos” que hacen en sus cultos”, señaló el pastor Pacual Morínigo, líder de la Iglesia “Tercer Día” de Luque. Morínigo investigó a “Pare de Sufrir” después de que una mujer se acercó a él para denunciar que fue manoseada por la secta de Edir Macedo.
–¿Cómo fue eso?
–Prometieron curarla de una enfermedad grave, ella dio todo de sí, tanto económico como de voluntad, pero al final descubrió que todo era mentira, que era una estafa. Pero ya era tarde: ella murió.
–¿Por qué Pare de Sufrir tiene tanto éxito?
–Porque hace promesas que no va a cumplir. Esta es una generación con crisis de credibilidad. La gente ya no cree en nada, menos en las cosas que no ven. Entonces aparecen estos pastores y ofrecen soluciones mágicas a problemas de falta de trabajo, falta de plata, cosas concretas que la gente sufre.
–Pero si prometen y no cumplen, la gente se va a ir a otro lado, ¿no?
–Lo que pasa es que a mucha gente le sale un trabajo justo en ese momento y ellos relacionan todo como un milagro de Pare de Sufrir. Además, hay que reconocerlo, ellos hablan con la verdad primero, después lo maquillan con otras cosas, con medias verdades. La verdad es como un sandwich, adentro está la mentira.
–Pare de Sufrir es acusada de secta que solo le interesa la plata, el diezmo de sus seguidores…
–Es que hacen mucha puntualización sobre las ofrendas, el diezmo, el aporte que deben dar los seguidores de la secta. Ellos enseñan que la gente debe hacer un pacto con Dios, pero poniendo énfasis en que cuanto más das a Dios, más te va a recompensar. Mentira: Dios no quiere tu dinero, Dios quiere ti vida.
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