En el calendario, hoy marca el 16 de agosto, Día del Niño. Es por eso que ellos tienen la palabra y son los protagonistas.
Ellos hablan sin rodeos, no tienen vergüenza para decir lo que piensan y sienten. Si tienen que criticar a alguien, lo hacen, y si quieren halagar algo, también. En el calendario, hoy marca el 16 de agosto, Día del Niño. Es por eso que ellos tienen la palabra y son los protagonistas.
En la Escuela Celsa Speratti, de Asunción, hablando de deportes, un grupo se define fanático del Decano del fútbol paraguayo (Olimpia) y otros defienden a muerte la bandera del Ciclón (Cerro Porteño).
"Nosotros no estamos ahora en la Sudamericana porque salimos octavos, y mientras los olimpistas estaban en el torneo local, Cerro estaba jugando la Libertadores", retruca con todo Nicolás Candia, alumno del quinto grado, mientras sus demás compañeros del club franjeado se ríen.
"Olimpia tiene copas y ellos no sé... Los cerristas no me gustan, por eso no me preocupo luego", dice su compañera Donca Villamayor. Así empieza la clásica disputa sobre qué club tiene mayoría en nuestro país.
Sin ofensas pero utilizando frases bien convincentes, cada uno aboga a favor de su club favorito. Luego de muchos comentarios, salta al tapete el tema político. Algunos incluso tienen aspiraciones presidenciales y ya piensan en sus programas de gobierno para el futuro.
"Si por un día fuera Lugo, pondría más seguridad en las calles, más atención al público y eso. Y para los niños construiría más escuelas, les daría más maestros. A mí me pone triste ver a los niños en la calle, eso no me gusta, o cuando veo que pasan hambre o están sin casa", dice María Luana Ortega Montiel.
LA TELEVISIÓN. Ante la pregunta de ¿A quién le gusta ver programas en la tele?, todos levantan las manos y dicen: "¡A mí, a mí!".
Pero allí empiezan algunas críticas y pedidos claves. "Yo quiero que haya más dibujitos animados en la tele, en vez de todo lo que ponen. No me gustan las películas de terror, y cuando en casa ven noticiero tampoco me gusta, porque muestra mucha sangre; yo no sé para qué ponen eso", comenta Érica Caballero.
Viviana Borda atiende la respuesta de su compañerita y agrega que a ella le gustaría ver El arca de Noé, y no más tantos "programas aburridos o para gente grande", dice.
Ellos sueñan con un mundo de chocolates y caramelos donde puedan hablar y ser escuchados. Sueñan con que cada día sea el suyo, y los regalos no sean solo para los cumpleaños.
En sus corazones no hay lugar para el enojo o la maldad, sino que todo lo resuelven hablando y con un abrazo, enseñando a los demás a ser verdaderamente grandes.
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