Más calma, pero afectada aún por el tortuoso calvario que pasó en cautiverio, Dalia María Scappini Campos, de 31 años de edad, habló para la ciudadanía en una conferencia de prensa desarrollada en la parroquia del Perpetuo Socorro.
Allí, admitió que lo que le tocó vivir desde el pasado martes “fue una pesadilla que nunca imaginé que iba a pasar en mi vida” reconoció la joven. Valoró el apoyo de la gente y de su familia, para la que tuvo palabras de afecto y de emoción.
Tengo 4 hermanos maravillosos, guerreros, que dieron todo para que yo esté de vuelta aquí, tengo una mamá que vale, y mi papá que es mi ángel” señaló.
El secuestro
Explicó cómo se produjo el secuestro el martes pasado cuando se dirigía a su trabajo. Confirmó que su rapto se produjo detrás del club Guaraní, tal como lo habían relatado los testigos oculares del hecho, y que el auto que venía detrás suyo le había producido un toque.
“Chocaron mi auto, me bajé, y en ese momento fui interceptada, fui prácticamente acorralada, me ataron las manos, me metieron al auto, me encapucharon y hasta el domingo en que salí no pude ver absolutamente nada” reconoció la joven, quien comentó que en el auto había sido llevada en la parte trasera con dos hombres, mientras un tercero manejaba.
El cautiverio
Asimismo, Dalia Scappini que estuvo acompañada por su madre y sus hermanos en el umbral de la parroquia, describió cómo fueron sus días durante el cautiverio.
“Fueron mañanas cortas, noches larguísimas, interminables, en las cuales prefería dormir para hacer pasar el tiempo, tratar, y que sea el día siguiente tener alguna novedad de lo que sucedía” explicó.
Asimismo, comentó que le hicieron escuchar la radio y pudo comprobar el apoyo de la ciudadanía así como el respaldo de sus hermanos y demás familiares. “Hoy este hecho no solo movilizó a mi familia, sino a todo el país, es por eso agradezco a todos y entiendo toda la preocupación que tuvieron y la necesidad de saber qué fue lo que sucedió”, agregó.
0 comentarios:
Publicar un comentario